C&AL: El título del primer capítulo de tu proyecto es 'Oculto', y se refiere a la negación de las raíces africanas en la sociedad mexicana. ¿Qué tan frecuente es esa negación hoy?
KC: En México tenemos personas que se identifican abiertamente como afrodescendientes, pero también hay quienes no. Hay gente de piel oscura que insistirá, que “¡No, aquí no hay negros!” En el vocabulario popular, la expresión “Eres negro” básicamente significa “eres feo”. Lo bueno es que, al menos en Coyolillo, los jóvenes están promoviendo la aceptación de los afrodescendientes y cuestionando los cánones tradicionales de belleza.
Este año va a ser histórico porque se va a hacer un censo de población, y así, por primera vez en más de 500 años, se van a registrar afrodescendientes. El 31 de julio de 2019 hubo reconocimiento constitucional, pero el censo será crucial para que las políticas públicas avancen. Dicho esto, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que las personas comiencen a identificarse y dejen de negar nuestras raíces africanas.
C&AL: ¿Cómo ha recibido tu trabajo el mundo del arte mexicano y hay interés o planes concretos para crear espacios inclusivos para artistas afro e indígenas?
KC: En realidad, el año pasado fue la primera vez que mi trabajo se exhibió en mi país.
Para la presentación elegí el Zócalo [plaza principal] de Puebla, un pueblo con una gran población de afrodescendientes. Debido a que se presentó en un espacio público, la obra desafió a mucha gente; Fue una experiencia muy interesante.